El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva firmó una serie de ‘decretazos’ para detener desde el inicio de su gestión las políticas públicas con la marca del ex mandatario Jair Bolsonaro, entre los cuales la suspensión de la política de flexibilización para la adquisición de armas y el inmediato retiro del programa de privatizaciones de la petrolera Petrobras y la de logística Correios y la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), la red de medios públicos.
Según informó en un comunicado el equipo de prensa de Lula, también se restableció el Fondo Amazonia, una caja de donaciones internacionales comandada por Noruega y Alemania que había sido despreciada por el gobierno de Bolsonaro destinada al desarrollo productivo de las comunidades amazónicas.
El principal decreto de Lula fue el que suspendió el registro de nuevas armas para que adquieran los civiles, suspendió la autorización para la apertura de nuevos clubes de tiro hasta nueva reglamentación y redujo de seis a tres el número de armas que puede tener un civil en su casa.
Lula firmó además la reglamentación para pagar 120 dólares del plan social Bolsa Familia con adicional de 30 dólares por hijo a cada trabajador sin ingresos registrados, en el marco de una enmienda constitucional que logró aprobar antes de su asunción con acuerdo del Congreso.